El Reverse Graffiti o “grime writing” nace en las ciudades inglesas, a partir de la observación del clásico “lávame” que escriben en los carros sucios. Dejando de lado los sprays y todo tipo de pintura, esta técnica se basa principalmente en limpiar por medio de un chorro de agua a presión o simplemente con un paño, superficies cubiertas por la contaminación.
Varios artistas llevan acabo intervenciones desde hace años, poniendo en dilema a las autoridades, quienes no saben como calificar este graffiti que “limpiaba” la ciudad.
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